Cuando echas la vista
atrás, a tu pasado, ¿Cómo te sientes? ¿Eres de los que cree que cualquier
tiempo pasado fue mejor? Es posible que tú no vuelvas la vista atrás ni para
coger impulso, y si es así, ¿Tienes claro qué es lo que realmente quieres en tu
vida? Si tu respuesta es un “Sí” o un “No” categórico, te invito a que leas esto.
El otro día viajaba en el
metro y despertó mi curiosidad una frase que escuché a un joven que conversaba
con otros dos amigos. Haciendo referencia al mundo laboral, decía que las
personas solo cambian por dos motivos; bien porque cualquier cambio es mejor
que lo que se tiene en el presente, o bien porque se tiene la certeza de que
aquello a lo que se aspira, va a ser mejor que lo que se posee.
Esa frase sirvió para que
resonara en mi cabeza la palabra “REINVENTARSE”. Reinventar significa “volver a
intentar”. Significa no quedarse quieto, no esperar que vuelvan tiempos pasados
en los que uno fue feliz aunque ahora no lo sea, porque como decía Gustavo A. Bécquer “Volverán las
oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos colgar, pero como yo te he
querido…desengáñate, ¡así…no te querrán!”
Revivir el pasado si este
fue feliz, nos lleva a repetir decisiones y comportamientos que
fueron útiles, aunque no existe garantía de que sean exitosos
en el presente. Y si ese pasado nos ha conducido a un presente no feliz,
revivirlo solo nos conducirá a un estado
de resignación o resentimiento en el que nos sentiremos víctimas de alguna situación
injusta, siendo incapaces de hacer algo distinto para sentirnos mejor con
nosotros mismos. Quizás alguno de vosotros pensará que esto que puede parecer
un comportamiento algo perturbado, solo le ocurre a los demás. Si las
estadísticas no engañan, en los últimos dos años el número de antidepresivos ha
aumentado en un 10%, lo que indica que la salud mental de los españoles es un
tema de mayor envergadura de lo que "a priori" pueda parecer.
Para reinventarse, un
buen punto de partida es cambiar las rutinas que te han conducido a la
situación que vives por otras más saludables. Sin embargo, como afirma Peter Senge, “La gente no se resiste al cambio, se resiste a ser
cambiada”. No es lo mismo decidir marcharse de la empresa que esperar a que te
echen; no es igual dejar que el tiempo acabe de marchitar una relación que ya
estaba tocada, que elegir terminar tu relación con otra persona porque no era
saludable para ti. No es lo mismo sentirte el protagonista de tus decisiones y
de tu vida que dejarte llevar por las circunstancias. ¿Qué es lo que te estás
perdiendo por no aceptar que tu pasado no volverá? ¿Para qué persigues una
sombra que te impide mirar al frente?
Como decía Ortega y Gasset: "Tenemos ideas, vivimos en las creencias".Y muchas de esas creencias nos anclan al pasado y no
nos dejan crecer. Transformar esas creencias limitantes por otras que te lancen
a la acción y a probar nuevas maneras de enfrentarte a las circunstancias que
te rodean, es un reto personal y una oportunidad para conocerte mejor.
A veces para que sucedan cambios en tu vida, solo
hace falta comenzar a creer en ello. Las personas que confían en sí mismas tienen una mayor probabilidad de
superar con éxito las difíciles circunstancias a las que se enfrentan.
La seguridad que tengas en
ti te permitirá cambiar el “Tengo miedo de…” por el “Me motiva…” Es tiempo de
pararse a reflexionar y hacerse preguntas que te ayuden a cuestionarte tu modo
de vivir, tu manera de pensar.
¿Recuerdas cuando de
pequeño montabas en bicicleta? ¿Alguna vez te caíste y te hiciste una herida? Y
por ello, ¿Decidiste no volver a intentarlo?
¡Qué bonita reflexión! Solo queda decir que reinventarse, la mayoría de las veces (yo lo he hecho muchas), al principio cuesta... pero deben prevalecer la ilusión, las ganas de empezar de nuevo y la fe en uno mismo!! Un fuerte abrazo!!!
ResponderEliminarGracias Elsa por tu comentario. Lo recibo desde el cariño y el respeto que te tengo. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminar