Las respuestas que obtuve fueron de lo más variopinto. Algunos daban nombres tales como; "Gravity”, “Septiembre”, “Sígueme”, “Amanecer en Singapur”; e incluso algún otro en lugar de ofrecer un nombre, lo que declaró fue que le recordaba a los cuadros de los chinos y que lo único que veía eran monedas de oro.
Esto me hizo reflexionar sobre lo diferentes que somos las personas y qué es lo que nos lleva a ser observadores tan diferentes de una misma realidad. La respuesta a esta pregunta se encuentra en cada uno de nosotros, en lo que somos, o dicho con otras palabras, en nuestros mapas mentales o paradigmas, de los que hablaré en mi próxima entrada.
Mientras tanto, os invito a compartir con todos los lectores del blog, el tipo de observador que sois. Y para ello…la pregunta que os hago es: ¿Qué nombre le darías?
Este cuadro ya me encantó cuando vi su foto por primera vez. En ese momento me evocó la palabra "Éxito", quizá por su brillo y equilibrio. Pero he de reconocer que la foto difiere bastante del original…. a dos metros es aún mejor, como la mayoría de las cosas que realmente merecen la pena en la vida. Efectivamente, según titulas la entrada, el mapa no es el territorio.
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